Autor: Federico
García Lorca
Si bien es cierto que
esta obra tiene como género literario a la tragedia, cabe resaltar que para
escribir esta obra, Federico García Lorca se inspiró en el crimen de Níjar en
el año 1928 en la Andalucía rural.
Lo que más resalta
antes de leer este libro, creo yo que sería su título: “Bodas de Sangre”. Que
le queda muy bien, ya que en sí el lector siente intriga por lo que podría
suceder en el libro, y pues lo que está escrito en este no es menos de lo que
esperaban. Sus principales temas serán el amor no correspondido o contrariado;
ya que se entiende que el novio nunca fue amado por su novia, lo cual se
evidencia aún más en la tragedia que encierra a toda la obra y crea un
obstáculo para poder confiar entre los novios; la fugacidad de la vida y muerte,
pues nadie sabe cuándo le puede llegar su hora de abandonar este mundo,
representada por la madre que innumerables veces hablaba de la muerte:
“Primero
tu padre, que me olía a clavel y lo disfruté tres años escasos. Luego, tu
hermano. ¿Y es justo y puede ser que una cosa pequeña como una pistola o una
navaja pueda acabar con un hombre, que es un toro? No callaría nunca. […] ¿Me
puede alguien traer a tu padre? ¿Y a tu hermano? Y luego, el presidio […] Mis
muertos llenos de hierba, sin hablar, hechos polvo; dos hombres que eran dos
geranios… Los matadores” (García Lorca, 1992, p.13).
Otro tema a destacar
es la desigualdad de género bien marcada entre los personajes del libro que
tampoco iban en contra de esto y lo aceptaban tomándose sus roles muy en serio,
en especial por la madre quién solo velaba por el bienestar material y vital de
su familia:
“Que
me gustaría que fueras una mujer. No te irías al arroyo ahora y bordaríamos las
dos cenefas y perritos de lana […] Tu padre sí que me llevaba. Eso es buena
casta. Sangre. Tu abuelo lo dejó a un hijo en cada esquina. Eso me gusta. Los
hombres, hombres; el trigo, trigo” (García Lorca, 1992, p.14).
“Tú
estás vieja. Yo, también. A ti y a mí nos toca callar” (García Lorca, 1992, p.23).
La madre no quería
quedarse sola, pues solo le quedaba un hijo que pronto se casaría y abandonaría
su hogar para iniciar una nueva familia un poco lejos de ese lugar. Lo cual la
tenía triste y melancólica recordando a su familia ya fallecida: “¡Veintidós
años! Esa edad tendría mi hijo mayor si viviera. Que viviría caliente y macho
como era, si los hombres no hubieran inventado las navajas” (García Lorca, 1992,
p.40), y también se resigna ante la situación y acepta animada con la
esperanza de que le den muchos nietos. Sin embargo se entera de que la muchacha
anduvo con ‘Leonardo el de los Félix’ lo cual la altera, pues su familia y los
Félix no se llevaban muy bien y por esto mismo se encuentra el antivalor del
odio alrededor de la obra: “Es verdad… Pero oigo eso de Félix y es lo mismo
(Entre dientes.) Félix que llenárseme de cieno la boca (Escupe.) y tengo que
escupir por no matar” (García Lorca, 1992, p.23). Sin embargo a petición
de su vecina, no se opone a la felicidad de su hijo.
A partir de esto el
autor del libro hace creer a los lectores que todo irá bien en el transcurso de
la obra, pero los sucesos nos sorprenden cada vez más, en especial cuando
reaparece el exnovio de la novia ‘Leonardo’ que a pesar de estar casado y con
hijos parece que no está feliz con su matrimonio, y aún ama a la novia, lo cual
lo convierte en el antagonista de la historia: “Está bien. (Pausa.) / ¿Qué te
pasa? ¿Qué idea te bulle por dentro de la cabeza? No me dejes así, sin saber
nada…” (García Lorca, 1992, p.33) Y se reafirma que aún a Leonardo le
cuesta aceptar la situación con estos actos: “¿Sentiste anoche un caballo? /
Sería un caballo suelto de la manda. / No. Llevaba jinete. / ¿Quién era? / Era
Leonardo” (García Lorca, 1992, p.46-47), “¿Y tu mujer? / Yo vine a
caballo. Ella se acerca por el camino” (García Lorca, 1992, p.54) Siendo
el primer convidado del día de la boda.
La novia a pesar de
que Leonardo la viese antes de la boda trata de mantenerse fuerte mediante sus
palabras: “¿A qué vienes? / A ver tu casamiento. / ¡También vi el tuyo!” (García
Lorca, 1992, p.56). Se denota que algo habría pasado entre ellos que los
llevó a tenerse furia y enojo al momento de hablar, que tal vez no sepamos
nunca, ya que el autor no lo menciona lamentablemente en el libro.
Un aspecto que quiero
resaltar es el tipo de género que emplea, el literario dramático con base en la
tragedia, que ayuda a darle más dinamismo mediante la estructura narrativa que
posee que a veces cambia para realzar las acciones de los personajes. Otro
aspecto a resaltar es el hecho de que Leonardo sea el único personaje con
nombre, por lo menos hasta el momento, lo cual me da a entender que el en
verdad es el personaje principal aparte de ser antagonista de la misma.
Definitivamente una
obra que nos deja con la intriga de lo que podría suceder después, el destino
ya está escrito.