Querida Regina:
Es un placer volver a escribirte, y espero que te estés recuperando, estoy muy feliz, porque sé que estás mucho mejor con gente que comparte tus mismos problemas y recibiendo apoyo profesional. Lamento que hayas tenido que pasar por esto y no haberme dado cuenta para apoyarte, pues sé que no pensaste que podrías llegar a ser anoréxica.
Fernanda me contó que está muy preocupada por ti, y comparto ese sentimiento con ella, te queremos mucho y esperamos poder apoyarte en este proceso y que la distancia no sea obstáculo para mantenernos en contacto, continuar y fortalecer nuestra amistad. Sé que cometiste muchos errores en tu pasado, te tomaste muy enserio la opinión de los demás y te dejaste influenciar por los estereotipos de belleza, déjame decirte que en realidad eres muy bella y no necesitas cambiar para agradar a los demás. Alejarte de las personas que más amas no es la solución, Fernanda inclusive llegó a sentir que era un obstáculo para tu objetivo, y tus padres nunca se dieron cuenta de cómo estabas cambiando, debes de comprenderlos, ellos trataron de demostrar su amor dándote cosas materiales, aunque no haya sido lo mejor.
Sé que las notas son muy importantes, ya que hoy en día hay demasiada competencia, pero no son lo primordial. Eres inteligente y creo que fue algo innecesario estudiar más de lo que debías, tus padres te presionaron a ello, pero no te lo tomes tan a pecho, eras buena estudiante después de todo. Presionar a otros solo te hizo ver egoísta, hacer una dieta no daña al cuerpo, pero eso es algo que tú decides y no puedes darle órdenes a los demás para que hagan lo mismo, Fernanda no tenía tanto tiempo como tú para hacer ejercicio o dietas, ella trabajaba para pagar su baile de graduación y parece que no lo tomaste en cuenta, ya que de todos modos te enojaste con ella, mostrando otra vez tu egoísmo.
La primera vez que Manolo fue a tu casa se pasó de la raya; sin embargo, después, consciente del tipo de persona que era, seguiste detrás de él. Regina, una cosa es amor y otra enamoramiento, lo que sentías ni siquiera se acercaba a enamoramiento, era solo atracción. Si no tienes novio a tu edad está bien, no es algo de importancia; sin embargo, seguiste con tu capricho.
Creo que aún hay tiempo para que retomes la relación con tus padres y entiendas que ellos siempre quisieron lo mejor para ti, tal vez es hora de que tomes la iniciativa hablándoles. Te recomendaría que te disculpes con Fernanda, ya que a ella le afectó mucho más que a tus padres tu cambio radical, inclusive dice que va a “pausar” su vida, ya que tú pausaste la tuya. Espero que puedas arreglar eso.
Me enseñaste a que debo luchar por cumplir mis metas, pero a tenerlas bien definidas, a no dejarme llevar por la desesperación si es que no logro cumplirlas y a tomar toda situación con la debida seriedad que amerita. Escríbeme pronto, estaré contenta de oír noticias sobre ti.
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