Querida Fernanda:
He
querido escribirte desde hace ya mucho tiempo, me contaste sobre la situación
con tu amiga Regina y es normal que te preocupes por ella, ya que prefieres lo
mejor para ella, eso es verdadera amistad. Creo que Regina solo trata de ser
aceptada por la sociedad, hay que aceptar que hubo un tiempo en el que también
quisiste ser aceptada y es por esto que te propusiste como objetivo trabajar
para pagar tu fiesta de graduación, ella también se propuso un objetivo, bajar
de peso. Sé que se está comportando de una manera distinta a la que
acostumbraba ser. Supongo que lo que más te preocupa es que aún no haya llegado
a su meta, y cabe resaltar que nunca mencionó detalladamente cuantos kilos
quería bajar.
Definitivamente
si hubiese estado en la misma situación que tú, hubiese hecho lo mismo, tratar
de ayudar a mi amiga.
Fernanda,
si bien es cierto que aún no has elegido que hacer en un futuro después de tu
graduación; debo decirte que es muy importante que lo vayas pensado, ya que de
eso depende si la vida te va a tratar bien. No es tan difícil como parece, por
lo que me has contado -también por lo que leí- eres muy dulce con las personas,
tratas de hacer que se sientan bien con ellas mismas y te gusta ayudar; en mi
opinión, creo que serias una buena psicóloga, así podrás ayudar a Regina con
sus problemas e inclusive a más personas. No puedes solo pausar tu vida, debes
seguir adelante, Fernanda aún eres joven y puedes tener muchos triunfos por
delante, pero si no lo intentas perderás mucho tiempo después lamentándote.
Ánimo
Fernanda, aún eres joven y puedes darle buen rumbo a tu vida. Deberías
proponerte nuevas metas, tienes posibles triunfos por delante y creo que
desperdicias mucho tiempo estando triste por lo que le sucedió a tu amiga, a
parte creo que ya es hora de que te propongas nuevas metas. Las únicas metas
que te propusiste en tu vida como adolescente -libro- fueron estas: Mostrarle
lo que sentías a Pablo, pagar tu fiesta de graduación y bajar de peso con
Regina. Si bien es cierto que solo cumpliste dos de estos, créeme que puedes
proponerte otros objetivos y tendrás mejores resultados. Sé que lo que pasaste
fue difícil, pero tu vida es más importante, por el mismo hecho de que es
"tu vida". Creo que sabe sabes a lo que me refiero, le diste mucha
importancia a Regina y te olvidaste de ti misma.
Me
parece algo ilógico, y me hace recordar a una de las frases de mi abuela: “Si
Pedrito se tira del puente ¿Tú también te tiras?” Entonces yo también te quiero
preguntar lo mismo: “Si Regina decide pausar su vida ¿Tú también lo harías?”.
Aunque es un hecho de que Regina no va a pausar su vida, pues tendrá muchos
logros durante su recuperación, como amarse a sí misma tal y como es, mejorar
como persona. Por esto creo que lo mejor sería que cuando ella vuelva, mire que
has progresado y cumplido otros objetivos, no sé, tal vez estar estudiando en
la universidad o trabajando con un buen fin, ayudando a los demás y siguiendo
con tu vida; pero, si es lo opuesto y ve que no has progresado nada, se sentirá
culpable el resto de su vida.
Por
lo que me has escrito – he leído – tu vida giraba en torno a la de Regina, pero
no te dabas cuenta de que podías encontrar mejor amistad en tu propia madre, ya
que ella nunca te abandonará y si te da consejos será única y exclusivamente
para tú bien.
Sin
más que decir, me despido y te agradezco haberme enseñado tanto en tu libro,
puede que imite algunas actitudes positivas tuyas, como la de tratar de ayudar
a los demás, claro que sin quitarle importancia a mi vida.
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