domingo, 3 de julio de 2016

Bitácora 03: Antología Lírica - César Vallejo

España, aparta de mí este cáliz (1939)



Este poemario fue escrito mientras Vallejo vivía en España en 1939. En él se puede mostrar cierta evolución en sus poemas en cuanto a los temas tratados, tomando como referencia escenarios de guerra. En él se destacan Masa y ¡Cuídate, España…!.

En Masa se puede identificar fácilmente que hace alusión a la Guerra Civil Española (1936-39). Este nos relata la historia de un hombre muerto en combate, al cual muchas personas se le acercan; sin embargo, el parece no tener reacción alguna. “vino hacia él un hombre/ y le dijo: No mueras, te amo tanto!/ Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo” (Versos 2-4). Nuevamente la situación se repite pero esta vez son dos personas las que le dicen “No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!” (Verso 6); sin embargo se vuelve a hacer una repetición del verso 4 y así sigue en los versos 10 y 13. La cantidad de personas que le hablan va aumentando conforme van las estrofas pero la reacción sigue siendo la misma hasta la última estrofa. “Entonces todos los hombres de la tierra/ le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;” (Versos 14 y 15) es aquí donde el cadáver parece reaccionar ante todos, lo cual llega a conmover al lector al imaginarse la escena. “incorpórese lentamente, abrazó al primer hombre; echóse a andar” (Versos 16 y 17) en la anterior se puede evidenciar que al final el cadáver volvió a la vida, llenando de emoción al lector. A partir de lo escrito anteriormente se puede decir que el hombre había fallecido en combate, mas no en vida propia; sin embargo, ello le habría sumido en una profunda depresión, por lo que sus amigos quisieron animarlo, pero ya no había nada que hacer, hasta que todos los hombres en el fin del mundo lo hicieron entrar en razón para alcanzar su felicidad. Por lo tanto se concluye que el tema principal es la muerte como perdición de la esperanza.

En el Poema XIV ¡Cuídate, España…! Se representa el sentimiento de Vallejo respecto a las desgracias que se vivieron durante la Guerra Civil Española e inclusive trata de advertir los peligros que la hicieron posible para que no vuelva a ocurrir. “¡Cuídate, España, de tu propia España!” (Verso 1) refleja claramente que a veces el peor enemigo de uno es uno mismo, se trataba de una guerra civil que se dio por la desunión de la población y es por ello que se traicionaron para dar origen a la guerra, Vallejo resalta eso y llega a contagiar el sentimiento de desconfianza al lector para que lo aplique en su vida. El “¡Cuídate de!” se repite al principio del resto de los párrafos, puesto que es un paralelismo, luego le siguen las advertencias que quiere dar el yo lírico. “la hoz sin el martillo” (Verso 2) hace alusión al comunismo, siendo la hoz y el martillo los trabajadores de una sociedad; sin embargo, al encontrarse separados ambos elementos se entiende que se trata de una sociedad desunida. “Los nuevos poderosos” (Verso 12) que generalmente llegan al poder mediante acciones turbias y no generan buenos cambios en el régimen, en consecuencia la sociedad se dividiría aún más. “leal ciento por ciento” (Verso 15) ya que nunca se puede confiar en nadie, a pesar de que nunca te haya fallado, ya que podría hacerlo en cualquier oportunidad. “los que te aman” (Verso 18) por qué son los que con sus acciones hieren más, para así poder generar rencor en la persona y alimentar su sed de venganza. “tus héroes” (Verso 19) porque a veces no son lo que uno piensa y a pesar de eso se le sigue tomando como ejemplo, incluyendo sus malas acciones. “la República” (Verso 21) ya que por sus leyes favorece a unos más que a otros, fomentando así la desunión. “del futuro” (Verso 22) ya que a pesar de no hacer nada por el momento es impredecible y por consecuente más peligroso que todo lo mencionado anteriormente en el poema. Por lo tanto se concluye que el tema principal es la desconfianza como medio de prevención ante conflictos.

Poemas Humanos (1939)



Se trata del poemario más melancólico, sensible y reflexivo de César Vallejo, ya que en él se hace una revisión de ciertos aspectos de su vida. Fue su último poemario ya que murió después de ello, por lo tanto las temáticas abordadas son más tristes, relacionadas al dolor, nostalgia y añoro. En este se pueden encontrar poemas como Piedra Negra Sobre Piedra Blanca, Intensidad y Altura, entre otros. 

Piedra negra sobre piedra blanca muestra a un Vallejo sin ánimos, ya que describe su propia muerte como algo trágico. “Me moriré en París con aguacero” (Verso 1) hace mención a París, una ciudad europea, dejando claro que sigue con la corriente modernista y vanguardismo. “Me moriré en París-y no me corro-“(Verso 3) prácticamente estaba aceptando su final sin antes luchar, lo cual lleva a un sentimiento de conmoción y asombro al saber que su soledad era tanta como para aceptar la muerte de esa forma. “César Vallejo ha muerto, le pegaban” definitivamente es el verso más fuerte y triste del poema, puesto que ya se da por muerto. “le daban duro con un palo y duro” (verso 11) resalta que durante su pasado sufrió demasiado; a pesar de no hacer nada para que le hagan eso, en este punto del poema ya se pueden asomar lágrimas en los ojos del lector ya que se puede presenciar la muerte de alguien que tuvo una vida difícil. “la soledad, la lluvia, los caminos…” (Verso 14) demuestra que está recordando todo o que vivió, hasta llegar a los puntos seguidos que es donde para por que ya está muerto. Personalmente creo que es el poema más triste de Vallejo, ya que logró que se me mojen los ojos por un momento, ya que es muy fuerte el dolor que siente el autor y lo transmite con una gran intensidad que conmueve a cualquiera. Por lo tanto se concluye que el tema principal es la aceptación de la muerte. 

En Intensidad y Altura el yo lírico se siente impotente al no poder realizar ciertas acciones para manifestar lo que siente. “Quiero escribir, pero me sale espuma” (verso 1) siendo esto una metáfora que quiere decir que no puede escribir porque no tiene imaginación. “Quiero decir muchísimo y me atollo;” (Verso 2) demuestra que el problema no era la imaginación, sino el orden de ideas. “no hay cifra hablada que no sea suma,” (verso 3) hace alusión a un problema que tiene Vallejo, la insuficiencia del lenguaje para describir su sufrimiento, lo cual hace más difícil para el lector su comprensión. “no hay pirámide escrita sin cogollo” (verso 4) es cuando el yo lírico siente que lo que escribe no es lo mejor. Así el yo lírico sigue creyendo que lo que hace no es suficientemente bueno, hasta tal punto en el que ya no puede seguir aguantándolo “Vámonos! Vámonos! Estoy herido;” (Verso 12) en la cita se refleja sus ganas de irse mediante la repetición, puesto que ya se siente un ser inútil y eso le duele; ello podría generar cierta identificación del lector con el yo lírico. “Vámonos, cuervo, a fecundar tu cuerva.” (verso 14) hace alusión a que nos veremos en otra vida. Por todo lo anteriormente dicho, se puede concluir que el tema principal fue el de la frustración por la insuficiencia de calidad en las acciones. 

En este punto del poemario solo queda decir que Vallejo era el yo lírico, ya que nos trató de contar su vida con cada poema, procurando darnos una reflexión, el dolor es indescriptible y cada persona lo apercibe de diferente manera. El murió sufriendo y muchos también lo harán.

Bitácora 02: Antología Lírica - César Vallejo

Trilce (1922)

Fue uno de los dos primeros poemarios que publicó a lo largo de toda su carrera como poeta, es muy importante ya que este demuestra la evolución del autor con el pasar de los años. En este caso, llega a ser más íntimo debido que incluye más elementos de su vida, concentrándose exclusivamente en la situación que vivió cuando llegó a Lima y es por ello que se centra en la soledad.

Según el Poema III, el yo lírico es un niño que vive la situación de haber sido dejado a cargo de sus tres hermanos, identificados como “Aguedita, Nativa, Miguel,” (Versos 5 y 25). El tema de la primera estrofa está relacionado a la soledad como un medio de esperanza, ya que el yo lírico nos habla de alguien que no llega “¿a qué hora volverán?” (Verso 1). La segunda estrofa está compuesta de un verso “Madre dijo que no demoraría” (Verso 4) al cuál se le puede atribuir el título de anáfora, ya que se repite exactamente al final de la tercera estrofa; además, nos brinda información de quién podría estar esperando el yo lírico, su madre. En la tercera estrofa se hace alusión a sus hermanos, que en conjunto también son identificados como anáfora ya que se repiten en los versos 5 y 25. “Acaban de pasar gangueando sus memorias” advierte el yo lírico de no pasar por ahí, por lo que se puede identificar una personificación hacia aquellas memorias, lo cual genera un efecto de curiosidad por aquel poder que poseen esas memorias que al estar gangueando pueden ser interpretadas como trágicas. Nuevamente sale a la luz algo característico de Vallejo, la adjetivación, en “dobladoras penas” (Verso 8) y “silencioso corral” (Verso 9), que dan a entender que se trata de penas que han dejado una gran marca en la personalidad del yo lírico hasta tal punto de dejarlo dolido y de un corral que fue testigo de ello. También cabe destacar el uso de la exclamación en el verso 15 “¡el mío es más bonito de todos!” donde se puede reflejar la gran inocencia y pureza que posee el yo lírico al elegir un barco que luego sería “fletados de dulces para mañana” (Verso 19) tal cual un juego de niños, lo cual llega a producir cierto sentimiento de ternura y nostalgia en el lector al tratar de recordar hechos alguna vez vividos en la infancia de cada uno. Vallejo nos deja una lección en la estrofa 5, donde nos da a entender desde la perspectiva de un niño, que quiere ser libre, lo cual va de la mano con los últimos versos “No me vayan a haber dejado solo,/ y el único recluso sea yo.” (Versos 27 y 28), ya que mientras Vallejo escribía el poemario se encontraba en la cárcel, por ende pudo haber experimentado la soledad completa y añora los momentos cuando se encontraba rodeado de sus seres más queridos. Por lo tanto se concluye con que el tema principal es la soledad nostálgica como aislamiento de la realidad.

Como ya se había mencionado anteriormente, Vallejo se encontraba en la cárcel, así que mediante el Poema XVIII se puede mostrar a mayor detalle cómo es que él se sentía dentro de esta. Iniciando con un paralelismo en los versos 1 y 2 “Oh la cuatro paredes de la celda./ Ah las cuatro paredes albicantes” donde también se puede encontrar una adjetivación en la señalización del color de las paredes, lo cual crea un efecto visual en el lector; sin embargo, esto va acompañado de sentimientos de desesperación, puesto que no se trata de un blanco que represente paz o pureza. Luego sigue con las descripciones mediante adjetivaciones “Criadero de nervios, mala brecha” (Verso 4) que dan a entender lo estresado y nervioso que el yo lírico se encontraba allí dentro, “Aherrojadas extremidades” (Verso 6) también demuestra la frustración que este sentía al sentirse oprimido y no poder ejercer su libertad; todo esto genera un efecto de compasión en el lector para con el yo lírico, puesto que se muestra muy vulnerable. “Amorosa llavera de innumerables llaves,” (Verso 7) probablemente describe un pequeño romance con la señora encargada de cuidar las llaves, ya que más adelante se menciona a ella como “libertadora!” (Verso 12), lo cual es manifestación de su desesperación por salir de allí. “Y solo yo me voy quedando” (Verso 19) otra vez se hace alusión a la soledad y esta se ve complementada con la búsqueda de alguien que lo ayude a salir de esa situación “Con la diestra, que hace por ambas manos,/ en alto, en busca de terciario brazo” (Versos 20 y 21). Además Vallejo nos enseña la realidad del sentimiento de una persona tras las rejas; “esta mayoría inválida de hombre” (Verso 23) donde finalmente deja claro que se siente inútil, inservible y como una carga más. Se concluye que el tema principal es la vida tras las rejas desde la perspectiva realista de un preso.

En el Poema XIX se puede mostrar a un Vallejo furioso por un gran desorden y caos en un lugar determinado. Se menciona a Hélpide en el primer verso; sin embargo, no se trata de una persona normal, puesto que en el euskera significa socorro, por lo que el lector informado intuye que el yo lírico necesitaba de mucha ayuda para lo que se avecinaba después y es por ello que acude a ella. Según el inicio de la segunda estrofa, nos podemos dar cuenta de que se describe humorísticamente a un lugar ‘patas arriba’ mediante la adjetivación y asíndeton “El establo está divinamente meado/ y excrementido por la vaca inocente/ y el inocente asno y el gallo inocente” (Versos 4-6); a pesar de esto, el yo lírico acepta que sus animales no son conscientes de lo ocurrido, por lo que lo toma con cierta calma, esto produce un efecto visual al imaginarse el lugar hecho una bazofia pero a la vez se siente una despreocupación. En la tercera estrofa se hace mención a elementos del cristianismo mediante la adjetivación y anáforas, puesto que el yo lírico recurre a la religión para poder recibir calma para afrontar la situación. A pesar de recurrir a numerosas entidades que le brinden la solución al problema, pero cae en cierto enojo “Quemaremos todas las naves!/ Quemaremos la última esencia!” (Versos 12 y 13) y se ve evidenciado mediante la anáfora. “y a hablarme llegas masticando hielo,/ mastiquemos brasas” (Versos 14 y 15) mediante esta antítesis se puede entender que al llegar Hélpide el yo lírico se encuentra desesperado y busca un conflicto “ya no hay donde bajar/ ya no hay donde subir” (Versos 16 y 17) del que lamentablemente no tiene escapatoria; esto hasta cierto punto llega a contagiarle al receptor los sentimientos de venganza que tenía el yo lírico para con Hélpide. Finalmente al iniciarse aquella pelea, Hélpide se atemoriza y es por ello que se dice “Se ha puesto el gallo incierto, hombre” (Verso 18) produciendo en el lector cierto temor al imaginarse a Hélpide suplicando. Se concluye con que el tema principal es la cólera frente a la tardanza de Hélpide.

Bitácora 01: Antología Lírica - César Vallejo

Los Heraldos Negros (1919)

Se trata del primer poemario escrito por Vallejo tras irse a Italia. Este es parte del modernismo, debido a que presenta características tales como la expresión del dolor mediante sentidos. Además es uno de los más recordados por los peruanos, puesto que hace alusión a su vida en Santiago de Chuco (La Libertad) y a su propia familia.

Los Heraldos Negros:

Es el primer poema de su iniciación como poeta. En él se pueden encontrar indicios de un sentimiento de dolor: “Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!” (Verso 1). Mediante la cita anterior se puede evidenciar que el tema gira en torno al dolor que producen aquellos golpes de la vida, que inclusive parecen ser indescriptibles con palabras, ya que menciona ese ‘yo no sé’ en un intento de describir a sus lectores el pesar. En el resto de la estrofa hace énfasis a aquellos golpes y se vale de figuras literarias tales como la exclamación en aquel “¡Yo no sé!”, símil cuando trata de comparar esos golpes con el odio de Dios y la metáfora en “La resaca de todo lo sufrido” que enfatiza el subtema. Por lo tanto se puede llegar a la conclusión de que el subtema de la estrofa 1 podría ser el desconocimiento de la magnitud del dolor o el dolor de los golpes de la vida.
En la segunda estrofa, se puede denotar que sigue con los mismos temas; sin embargo, trata de expresarlos con otro tipo de recursos estilísticos, tales como la metáfora en “Abre zanjas oscuras en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte” (Versos 5 y 6) donde se trata de explicar que aquellos golpes podrían afectar a cualquier persona y hacerla sufrir. Además hace mención a Atila, que fue conocido por liderar un ejército que era devastador, por lo tanto cuando se refiere a ‘Atilas’ se refiere a todo un grupo de ellos.
En la tercera estrofa destaca que utilice analogías con Cristo. En el verso 9 dice “Son las caídas hondas de los Cristos del alma” y es curioso, puesto que Cristo sufrió mucho para salvar a la humanidad, ese sufrimiento sería divino e indescriptible, por lo tanto hace alusión a un sufrimiento muy profundo casi imposible de sobrellevar, una metáfora. Además hace uso de la personificación y adjetivación “de alguna fe adorable que el destino blasfema” (Verso 10) para poder demostrar que cualquier persona podría sufrir a pesar de tener fe, ya que el destino no puede hacer mucho al respecto y por ello blasfema la desdicha. Asimismo también cuenta con otra adjetivación en el verso 11: “golpes sangrientos”; para así poder enfatizar el dolor y heridas que producen estos golpes en el alma que hacen que la persona emita sonidos que luego son comparados con “algún pan que en la puerta del horno se nos quema” otra metáfora, que da a entender que ese sentimiento de dolor podría ocurrir en cualquier momento y cuando menos se le espere.
En la estrofa 4 se puede evidenciar que la temática ya no se enfoca en esos golpes en la vida, sino en el hombre. De esta forma, Vallejo se sensibiliza ante el dolor humano al utilizar la exclamación “Y el hombre… Pobre… ¡pobre!” (Verso 13). Además utiliza la adjetivación en el verso 15 “vuelve los ojos locos”, metáfora y símil “como charco de culpa en la mirada” donde parece jugar un poco con la exageración ya que hace alusión al llanto.
Sin duda alguna presenta una temática trascendente que podría ser aplicable a cualquier tipo de contexto, ya que siempre existió el sufrimiento y así será hasta el fin de los tiempos. En este sentido, la voz lírica se muestra de una forma nostálgica y triste, con el cual más de una persona se podría identificar si es que está pasando por un mal momento en su vida.

Idilio Muerto:

Es inevitable no poder pensar en la familia y todo el pasado que se deja atrás cuando se cambia de residencia, en especial cuando se está solo. Vallejo al mudarse a Roma siente cierta nostalgia hacia su vida en Santiago de Chuco, en especial a su primer amor. Esto se ve reflejado en este poema de influencia modernista. Ni bien inicia el poema, en el segundo verso se hace mención a un personaje importante en la vida del autor, “Mi andina y dulce Rita” donde se puede denotar que él estaba enamorado de ella, debido a la adjetivación que utiliza para describirla. En el mismo verso “de junco y capulí” donde se juega con la sinestesia, ya que ambos elementos representan un olor. En el verso 3 “Me asfixia Bizancio” donde se personifica a una ciudad europea, también característico del modernismo, lo cual demuestra su incomodidad en aquella ciudad. “Como flojo coñac” (Verso 4) donde Vallejo utiliza la sinestesia como símil para jugar con el ardor que se siente al tomar una bebida alcohólica, y a la vez lo compara con la sangre, lo cual hace denotar que nos hace sentir enfermos. En la segunda estrofa se da un contraste entre la añoranza y la realidad, ya que presenta cierta nostalgia al recordar actitudes típicas de Rita como aquella “actitud contrita” (Verso 4) que nos da a entender que era sumisa y muy tímida. Además en el verso 6 “planchaban en las tardes blancuras por venir” que dan a entender la pureza y bondad de sus acciones. “Qué será de su falda de franela; de sus afanes; de su andar; de su sabor; de su andar; de su sabor a cañas de mayo del lugar” (Tercera Estrofa) se nota que existe una clara enumeración; sin embargo con ese “de su” también se podría tomar en cuenta a la aliteración que causaría un efecto auditivo, tal vez así era el ‘dejo’ de Rita. “y al fin dirá temblando: Qué frío hay… ¡Jesús!”

A mi hermano Miguel:


Vallejo trata de representar el amor hacia su familia mediante el poemario, es por ello que le dedica un poema a su hermano en “A mi hermano Miguel”. “Hermano, hoy estoy en el poyo de la casa./ !Donde nos haces una falta sin fondo!” (Versos 1 y 2) según la cita anterior, podemos entender que su hermano había fallecido y que el yo lírico se muestra nostálgico respecto a ello, además de hacer denotar mediante una hipérbole la falta que él le hace. “Me acuerdo que jugábamos a esta hora, y que mamá /nos acariciaba: Pero, hijos…” (Versos 3 y 4) aquí es donde se empieza a manifestar el uso de la sinestesia auditiva mediante las palabras de su madre, algo típico del modernismo. En la segunda estrofa se pone más nostálgico ya que hace alusión a cuando jugaba a las escondidas con su hermano, parece una descripción normal hasta que menciona “Me acuerdo que nos hacíamos llorar, /hermano, en aquel juego.” (Versos 10 y 11) donde se nota que el personaje ha evolucionado a uno muy triste, casi depresivo. Más tarde, en la tercera estrofa se dice que “Miguel, tú te escondiste/ una noche de agosto” (Versos 12 y 13) donde se nos da a entender que esa fue la fecha de su muerte, la cual aún el yo lírico no supera, debido a lo que acontece en la cuarta estrofa. “Oye, hermano, no tardes/ en salir. ¿Bueno? Puede inquietarse mamá” (Versos 18 y 19) sin duda alguna la parte más triste, ya que demuestra el cariño con el que Vallejo (el yo lírico) aún recuerda a su hermano; sin embargo, aún no logra superar su muerte.